Sevilla: Parroquia de Palomares del Río
Para celebrar este centenario, la Santa Sede ha concedido indulgencias para quienes peregrinen con fe y gratitud a los templos designados, uno de los cuales es la parroquia de Nuestra Señora de la Estrella, en Palomares del Río. En realidad, todo empezó en este lugar, la parroquia de un pequeño pueblo cercano a Sevilla. Aquí llegó, en 1902, un joven y entusiasta sacerdote enviado a realizar su primera misión.
Aquí, en la penumbra de la capilla del Sagrario, que sigue en el mismo lugar, mas no de la misma forma, pudo experimentar, de una manera nueva, la presencia eucarística: la descubrió abandonada. En aquel Sagrario descubrió a Jesús callado, paciente, desairado y bueno. Y se dejó mirar por él, con una mirada que se clavó para siempre en su alma. Una mirada que decía mucho y pedía más al corazón de aquel joven sacerdote que, en silencioso y fecundo diálogo, descubrió un nuevo sentido para su ministerio, para su vida entera: vivir para el Abandonado del Sagrario.
En este encuentro recibió la inspiración de un carisma nuevo; carisma que iría creciendo y desarrollándose en el tiempo y que fue adquiriendo distintas formas según el contexto y las necesidades de la Iglesia y el mundo; carisma que viven hoy cada uno de los miembros de la Familia Eucarística Reparadora.
